Consumada la independencia los mexicanos
decidieron adoptar como forma de gobierno el Imperio Mexicano, teniendo como emperador a Agustín de
Iturbide, sin embargo la crisis aumentaría
debido a; los excesos del novel emperador, la ruina y pobreza por la guerra,
fuga de capitales, la ausencia y pertenencia de identidad con la nueva nación.
En este momento, la “nación”, tiene un gran
desequilibrio por los estragos que ha dejado la guerrilla ( independencia),
imitando a los países vecinos y potencias, como una forma de evadir la
realidad, ser un "país" independiente pero esclavizado.
La carencia de identidad aunada a la falta de
definición de identidad de la nación generó una
guerra civil entre dos bandos, iniciando con un golpe de estado en 1828
y terminando con la derrota de los conservadores en 1867.
La división de los mexicanos facilitó cada una
de las intervenciones extranjeras, como: Invasión de Barradas, Guerra de Texas,
Primera intervención Francesa y la
invasión americana de 1846, donde no importaba perder la guerra si se lograba
conservar parte de las propiedades y privilegios.
La firma del Tratado de Guadalupe-Hidalgo
(1848) confirmaba no sólo la pérdida del territorio sino la falta de
identificación con la nación y sus habitantes.
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